jueves, 21 de julio de 2011

Sobre proyectos prometedores; buscando el tiempo perdido.

A punto (o casi) de terminar la segunda entrega de las Crónicas de Eos: Fractura me encuentro con diferentes proyectos en el trastero prestos a ser continuados. Todos tienen historias que me atraen por un motivo u otro, y sus pros y sus contras.
Escribir algo como las Crónicas es relativamente fácil ya que tengo un pequeño grupo de animadoras (incluida mi madre) que se afanan a sacar los látigos si es necesario. Y de alguna forma, la estructura de la historia en forma de capítulos más o menos autoconclusivos, hace que me los plantee como un grupo de relatos más que una novela en sí. Por desgracia, este tipo de organización no es aplicable a otros escenarios. Y así a lo largo de los años, he ido acumulando una serie de proyectos que por un motivo u otro no he podido continuar.
Durante cada noviembre, el proyecto NaNoWriMo reta a los escritores a escribir una novela en un mes. Cincuenta mil palabras en treinta días. El año pasado lo empecé pero a mi pesar, tuve que dejarlo estar por motivos del trabajo. Como consuelo diré que acabé con la publicación de un libro, aunque no era el que quería escribir en esa experiencia ya que se trata del Volumen de Flora Ibérica de Hongos Calicioides. A nivel científico y profesional, un gran logro. Pero como he dicho, no era lo que quería escribir durante ese experimento. Este año, me planteo retomarlo y darle el necesario empujón a uno de esos proyectos pendientes (aunque por fechas, algo me dice que me veré en medio de la presentación de la tesis, con suerte, supongo).
Y aquí viene el dilema: ¿qué proyecto continúo?
Tengo cuatro candidatos posibles muy diferentes entre sí. Os dejo cuatro pinceladas por si os apetece ayudarme a decidirme.
OJO: TODOS LOS TÍTULOS SON PROVISIONALES COMPLETAMENTE.
-El Filo del Alma (ni se me pasó por la cabeza el juego de la play, lo juro).
Género: Fantasía Épica
Rou debería considerarse afortunado: es joven, guapo, rico, diestro con la espada y ni una sola mujer es capaz de resistirse a su cautivadora sonrisa. Siendo poco más que un crío, es incapaz de darse cuenta de que sus dones son más propios de los demonios de la tentación que de los humanos como él.
Una trifulca familiar es el detonante para el inicio de un viaje que llevará a Rou hasta el fondo del Abismo y que si nadie lo evita, concluirá en la destrucción del mundo.
-Camino de cenizas (o el título que me acabo de inventar ¬¬’)
Género: Fantasía con un toque de Steampunk (como Avatar —la serie de dibujos, ¡por Om!— o el Final Fantasy IX)
Suke tiene diez años y siempre ha sido un vincio del fuego, lo que significa que lleva diez años siendo un esclavo condenado a perder su voluntad y ser un simple observador dentro de su cuerpo.
Pero las cosas van a cambiar
-Alas Negras
Género: Fantasía urbana, terror.

John Doe ha conseguido sobrevivir. Ha dejado atrás un infierno pero ahora puede empezar a vivir. Es un simple camarero con una curiosa mascota; un cuervo que le sigue a todas partes. Pero las cosas comienzan a complicarse cuando, de repente y sin razón aparente, en su cuerpo aparece la marca de un disparo. Desde entonces, cada mañana se despierta más cansado y una nueva cicatriz aparece en su cuerpo.
Mientras tanto, en la otra punta de la ciudad se comienzan a suceder los asesinatos y aparecen los cuerpos. Todos tienen algo en común: ojos negros extraídos segundos antes de morir.

-A la Sombra del Sol Ciego
Género: Ciencia-ficción, romance
El mundo está muerto.
El único reducto de la especie humana habita en Siud’umbrie, la ciudad en las sombras. Allí, los seres humanos han evolucionado a pasos agigantados mediante mutaciones dirigidas y reproducción controlada. Todo vale para adaptarse al medio subterráneo.
La aparición de un extraño, un humano normal, hará temblar los cimientos de esa sociedad y replantearse su propia humanidad.