lunes, 18 de marzo de 2013

Teseo X: El Precio


Ayer acabó el Teseo.
Normalmente, este concurso me produce sentimientos encontrados. El tener que someterte a las críticas de tus rivales/compañeros desde el anonimato hace que muchas veces, las formas utilizadas en dar algunas opiniones no sean las más adecuadas. El intentar “objetivizar” una opinión subjetiva, argumentándola de la mejor de las formas, hace que te ampares en la crítica constructiva olvidando, casi siempre, que al otro lado hay alguien como tú. Y siempre hay formas diferentes de decir las cosas. Después de todo, somos escritores, ¿no es así? Habla con sinceridad, como hablarías a un amigo, pero habla con tacto porque tu amigo te importa y no se trata de hacer sangre. ¿O sí?
Y a qué viene esto, os preguntaréis. ¿Tan duro fue? No, en verdad no. Hasta el último momento dudé de si presentarlo o no al concurso. A veces me pasa, odio que destrocen mis relatos favoritos. Otras veces ha sido duro pero este Teseo, en mi caso particular, ha sido un paseo por un campo de flores. Cosas raras ha habido, es cierto, pero la mayoría se ha comportado y he conseguido un.... ¡Tachán! ¡Cuarto puesto! De 36 relatos presentados. Todo un logro para mí.
Nada que decir de los justos ganadores. Después de todo, yo les había votado.
Y sin más que añadir, os dejo con El Precio, respondiendo a la pregunta: ¿Qué Deseos concedió el genio?

Prisoner by xx--ingie--xx

El Precio
Podía sentir la curvatura de las paredes bajo la palma de sus manos. Las había recorrido mil veces buscando una salida y mil veces había llegado al mismo punto sin tocar más que el metal que le aprisionaba. No había puertas, ni ventanas.
—Deseo salir de aquí —suspiró, tras recorrer una vez más la superficie combada y fría que se cernía sobre su cabeza.
Se sentó de nuevo, en la penumbra sin sentido de una luz que venía de ninguna parte. Recordó otros tiempos, cuando era joven y su mundo no se reducía a las paredes curvas de su prisión.
—¡Deseo diez putas y una jarra de cerveza! —exclamó con una mueca amarga—. ¡No! Que sea un barril entero. Para compartir. Y las putas que sean guapas. De pechos generosos y culos prietos. —Se rio al imaginarse lo que haría con esas señoritas. Pero su risa no tenía nada de alegre—. Soy un estúpido —se regañó—, mamá decía que las putas no dan la felicidad. ¡Deseo una mujer hermosa que me ame más que a nada! —Pero eso tampoco le convencía. Acudieron a su mente miles de relatos sobre el amor verdadero y todos acababan sufriendo de tal forma que deseaban morir por no vivir el vacío de una ausencia—. ¡Deseo no amar nunca! —dijo, pero cambió de opinión—. Deseo no necesitar nunca que nadie me ame.
Eso era fácil. Al menos eso lo conseguiría. Desde el agujero donde estaba, era muy sencillo pensar en deseos. Miró los grilletes, fijados a sus muñecas, y recordó un tiempo en que no los llevaba.
—¡Deseo volver atrás! —exclamó, alzando la voz. Se levantó de golpe, impulsado por una desesperación y una urgencia difíciles de comprender para alguien que gozaba de todo el tiempo del mundo—. ¡Deseo salir de aquí! ¡Deseo volver atrás en el tiempo! —gritó a la nada—. Deseo no haber encontrado nunca esa lámpara —susurró con la voz estrangulada por el dolor—. Deseo haber sido... mejor persona, no haber sido tan egoísta ni tan ambicioso —dijo, mientras lágrimas silenciosas resbalaban por sus mejillas—. Deseo no haber deseado tanto.
En ese momento, la oscuridad se hizo luz y, cuando el cielo apareció ante él, pensó por un instante que su deseo había sido concedido. Pero al ver la lámpara en las manos de un desconocido que esgrimía una expresión de satisfacción y sorpresa al contemplarle, supo que no había sido así.
Supo que nunca sería así.
Juntó las manos y, como buen esclavo, agachó la cabeza en señal de respeto y obediencia. Sabía lo que tenía que hacer.
—¿Qué desea, mi amo?


4 comentarios:

Invierno dijo...

Gran relato. De los mejores de esta edición, sin duda alguna.

Sobre el Teseo, a mí me llama la atención que mi modo de enfrentarme y vivir el concurso ha ido cambiando conforme pasaban las ediciones (y ya llevamos unas cuantas a las espaldas). No es que sea mejor o peor; simplemente me lo tomo de otra forma.

Bryoria dijo...

¡Muchas gracias! ^_^

La verdad es que estoy bastante satisfecha con él.
Y en cuanto al Teseo... depende de tantas cosas. A mí me cuesta horrores dar opiniones, intento hacerlo y ayudar, así que no mentiré, pero siempre me sabe mal que crean que me estoy entrometiendo o me estoy pasando.

Invierno dijo...

Es cierto que los comentarios a veces pueden dar lugar a conflictos, pero no son tantos ni tan graves como para pensar que lo mejor es cortar por lo sano y... no comentar. Que merece la pena el riesgo, vamos.

Algún año de estos, aprovechando el auge tecnológico, tenemos que hacer comentarios teseicos grabados en vídeo. Seguro que así es más personal y hay menos malentendidos XD

Corintia dijo...

Un relato estupendo, con una gran carga de lirismo y un punto de sordidez que ambienta a la perfección la situación del protagonista. No puedo evitarlo pero, más allá de la desesperación que transmite el final, a mí me da por imaginar que algún día saldrá de ahí, a costa, eso sí, de la desgracia de otro que tomará su lugar... Y quizá redimido por completo.
Gracias mil por compartir .^^